25 ene 2009

La prensa española "por fín" se acuerda del patinaje

***Parece que la actuación de Javier Fernández esta vez ha marcado un punto y aparte, no sabemos cuanto durará este interés de la prensa y de los aficionados ( ojalá sea mucho tiempo) pero lo que está claro es que al menos esta vez la repercusión ha sido mayor.


Ya hay poco que pueda decirse a favor de "nuestros chicos", esas dos promesas que nos hacen soñar y emocionarnos cada vez que salen al hielo, con las que por primera vez desde hacía mucho tiempo podíamos gritar de emoción al escuchar internacionalmente un "from Spain". Por eso, porque hay poco que pueda decirse y no se haya dico ya, he decidido dejaros un reportaje totalmente extraído del elmundo.es, otros medios como marca.com, radio nacinal españa o el telediario de televisión española, también han recogido la actuación de Sonia y Javi en Finlandia, y es que ... ya era hora de tomarles en cuenta: ****


La leyenda de 'El Lagartija'


LUCAS SAEZ-BRAVO
MADRID.-
Responde a un nombre común, Javier Fernández, pero el chico es "especial" -como no se cansa de repetir Jordi Lafarga, seleccionador nacional, su técnico desde que tenía cinco años-, y hace cosas nada habituales para un español: piruetas, escorzos, saltos, arte sobre el hielo, a bordo de unos patines vertiginosos. Es un pionero, aunque ni siquiera es mayor de edad, 17 años aún y ya ha derribado muros enormes, pues nunca antes hubo en este país un patinador entre los mejores del mundo.


Como hazaña extraordinaria, ha sido conseguida en un país remoto, nada menos que Finlandia. Fue el viernes en Helsinki y no parece tanto comparado con cualquier logro a los que acostumbran el tenis, el fútbol o el baloncesto. Pero firmar la undécima posición en el Campeonato de Europa de patinaje sobre hielo no es baladí, más si el autor tiene edad júnior, todo el futuro en sus manos, en una disciplina completamente marginal en su país.


A Javier, que ahora entrena en un centro de alto rendimiento de Nueva York, a las órdenes del ruso Nikolai Morosov, uno de los preparadores más prestigiosos del mundo, cazador de talentos, de pequeño le llamaban "lagartija". "No paraba quieto, era hiperactivo, rebelde. No ha sido un chico fácil de domar", narra Lafarga, orgulloso de su pupilo, al que sueña con una medalla al cuello "en un par de años", cuando él llegue a su apogeo y los que ahora dominan digan adiós.


Hijo de militar, madrileño de Campamento, se puso unos patines por imitación, pues fue su hermana mayor, Laura, la aventurera. Cuenta Enriqueta, Enri para los amigos, su madre, recién aterrizaba en Madrid, que un lejano día, viendo en la tele unos campeonatos de gimnasia rítmica, le preguntó a Laura, aún niña, si no le gustaría probar aquello. Ella, la niña, fue tajante: "Yo quiero patinar", una respuesta en la que se encuentra el origen de un talento sin igual, el de su hermano Javier.


Juntos fueron al club Igloo de Majadahonda, una de las 10 pistas de hielo que se pueden contar en España, y el niño deslumbró a diestro y siniestro. "Se movía como pez en el agua", cuenta Jordi, que tuvo que sudar de lo lindo para encarrilar los nervios del chaval, quien a los siete años ya era campeón de España. En ese triunfo precursor, 'El Lagartija', el más pequeño en edad, el más menudo físicamente, representaba a Asterix. "Se tomaba la poción y salía disparado". Sin embargo, en lo más alto del podio, levantando el trofeo, aún miraba hacía arriba para poder ver al segundo y al tercero, más abajo en el cajón.


Después llegó una etapa complicada, indolente, el inicio de la adolescencia. "Pero a los 13 volvió a coger el gusto", él solito, sin que nadie se lo impusiera, porque como dice su madre, fue Javier el que decidió, el patinaje artístico por delante del tenis o el hockey, deportes que también practica con garbo.


Progresión sin freno para un chico superdotado físicamente, "genéticamente extraordinario" y con un talento fuera de lo normal. Le describe Lafarga: "Tiene carisma, facilidad, raza. Te atrapa con una mirada y conecta con el público. ¡Un español en Finlandia! Y la gente se ponía de pie en su actuación. Me recuerda a Rafa Nadal". Eso sí, algo más liviano, 171 centímetros, 64 kilos, 8,9% de grasa corporal y "atractivo, las chicas se vuelven locas con él". Una joya robada hace tres meses, cuando le reclutaron hacia Estados Unidos, país donde los patinadores no son anónimos, sino estrellas que copan las portadas. "Le echamos de menos, aunque consuela saber que es lo mejor para él", añade Enri.


Para el barcelonés Jordi Lafarga, que un españolito conquiste la meca del patinaje solamente puede ser fruto de la casualidad. "Hay 500 federados en España. No creo que yo vea como surge aquí un talento como el de Javier nunca más", señala resignado.


El 15 de abril Javier cumple 18 años, aunque antes, en marzo, tiene la cita más importante, el Campeonato del Mundo, que se celebra en Los Ángeles. Si en Helsinki se ha quedado a unas décimas de estar entre los 10 primeros de Europa -en el ejercicio corto, el primero, se le desabrochó una bota y fue penalizado con dos puntos menos-, en California espera alcanzar otro hito, estar entre los 24 mejores del mundo lo que le daría acceso directo a los Juegos Olímpicos de Vancouver de 2010. En esas dos citas también pretende estar la canaria Sonia Lafuente, también 17 años, otra perla en proceso de pulido, aunque en chicas ya hubo otra pionera olímpica, Marta Andrade.

1 comentario:

Javi dijo...

Ya era hora, es verdad. Suerte que para eso están personas atentas como tú. Enhorabuena, el blog cada día es más interesante e informativo.