Primera final del Campeonato del
Mundo, y nuestra pareja de danza, Sara Hurtado y Adrià Díaz, solo tenían que salir a disfrutar. El trabajo ya estaba hecho. Eran finalistas de un Mundial y por primera vez han dado un paso que a partir de ahora solo cabe mejorar. Con su programa de "Tristan e Isolda" los españoles han tenido la difícil tarea de abrir la competición y pese a un pequeño fallo en el comienzo del programa, han sabido recomponerse y dejar las dudas iniciales a un lado para disfrutar de un programa que les ha servido para estar en la 19ª posición del Mundial, en un año lleno de cambios, y no fáciles para ellos. Felicidades chicos, porque habéis hecho un trabajo grandioso
Después, hemos tenido que esperar un rato hasta dar con una de esas parejas que te enganchan
desde el segundo 1, parejas que con solo salir al hielo y sonreir te transmiten
“algo más” que solo los que amamos este deporte entendemos, y que tan difícil
nos es explicar a los demás. En ocasiones, y lamentablemente, ese “plus” rara
vez se refleja en las notas finales, pero es lo que hace que ver 5 horas de
competición, cobre todo el sentido. En esta ocasión, los italianos Anna
Cappellini y Luca Lanotte lo han logrado. Puede que con su tesón, poco a poco
se estén haciendo tomar en serio, porque admitámoslo, siempre hay parejas que
hagan lo que hagan, nunca reciben lo que deben. Hoy POR FIN, se ha hecho
justicia, probablemente si en la Danza Corta hubieran sido puntuados menos a la
baja, estarían más alto, pero da gusto ver cómo por fin, estos jóvenes
veteranos son tenidos en cuenta y han acabado en 6ª posición.
Con el último grupo en pista,
solo cabe decir que a lo que hemos asistido esta noche ha sido espectáculo en
estado puro. Ya sé que las medallas y las posiciones es por lo que se viene a
luchar, pero si alguien no lo ha visto, que me crea cuando digo que hoy, eso no
era lo importante. La danza sobre hielo hoy ha mostrado su belleza más
explícita en cada registro y en cada pareja que ha salido al hielo.
Los campeones del Mundo del año
pasado abrían el grupo con una música de J. Straus y la lucha prometía, porque ¡vaya programa!. No
han parado ni un segundo desde que ha comenzado y los 107,64 puntos
les ha llevado a la 2ª posición. Esta vez, les tocaba a sus compañeros de equipo subir a lo más alto, tal vez, el próximo año, por ser impar, les toque a ellos subir a lo más alto de esta alternancia que ambos equipos han logrado compitiendo en un escalón superior al resto.
Turno después para los
canadienses Kaitlyn Weaver y Andrew poje, que con su programa “je suis malade” han hecho llorar, no sólo
a su entrenadora, sino a más de uno. Ternura, garra, emoción y todos los
adjetivos son pocos para un programa de esos que te tocan la fibra y no
consigues olvidar. Con 100,18 puntos en la danza libre, los canadienses han
terminado en una cuarta posición que visto lo visto sabe a poco.
Después del nudo en la garganta,
el pabellón se ponía eufórico para recibir a los anfitriones de la competición.
Nathalie Pechalat y Fabian Bourzart se la jugaban a una carta si querían
mantener la posición de la Danza Corta y hacerse por primera vez con una
medalla mundial. Con campeones y subcampeones inalcanzables, ser terceros del
mundo, supone ser los primeros del resto. Los franceses han cogido aire, se han
guardado los nervios en lo más profundo de su ser, y han deleitado al público
con cada instante de su danza libre. Finalmente, después de tanto esfuerzo, de
tanto trabajo (en ocasiones sin recompensa) se han subido al pódium mundial, se
han colgado la medalla y al menos a mí, me han hecho sentir muy muy orgullosa
de adorar este deporte.
Mención aparte a la deportividad
mostrada por Kaytlin Weaver que ha salido corriendo a recibir a los franceses a
pie de pista para abrazarles. Gestos así, definen muchas cosas del por qué es
distinto esto del patinaje.
Ante lo hecho por los franceses,
no ha debido ser fácil para los rusos Elena Ilinik y Nikita Katsalapov, a quién
yo he visto con un pelín menos de chispa que en Europeo. Aún así, esta pareja
tan joven, ha sabido aguantar la presión y con el “Ave María” de
fondo, han hecho un grandísimo programa que les ha valido 95,66 puntos y la
5ª posición final.
Por último, Tessa Virtue y Scott Moir salían a la pista
dispuestos a recuperar el trono cedido el año anterior. Un grandísimo programa
libre, acompañado de la distancia que tenían en la danza corta, les han llevado
de nuevo a lo más alto con 110.340
puntos y una nueva medalla de oro, de una final que ha merecido (y mucho) la
pena poder ver.
Desde aquí…GRACIAS POR EL
ESPECTACULO.
Protocolos de la danza libre:
http://www.isuresults.com/results/wc2012/WC2012_IceDance_FD_Scores.pdf
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